
I.- DECLARACION GENERAL DE FE
Solamente hay un Dios:
1. Eterno: Gn. 21:33; Ro. 16:26.
2. Viviente y verdadero: Dt. 4:35; II S. 7:22; I R. 8:23,60; Is. 43:10,11; Mr. 12:32; Jn. 17:3; I Co. 8:4; Ef. 4:6; I Ti. 2:15.
3. Sin cuerpo o partes: Jn. 4:24.
4. De infinito poder, sabiduría y bondad: Gn. 17:1; Mt. 19:26; Sal. 147:5; 34:8.
5. Hacedor y conservador de todas las cosas visibles e invisibles: Sal. 19:1; Jn. 1:3; Col. 1:16.
6. En unidad son tres personas de una sustancia, poder y eternidad: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y I Jn. 5:7; I Ti. 1:17; 3:16; Mt. 28:19.
II.- JESUCRISTO
1. El Hijo quien es el Verbo del Padre: Jn. 1:1-3.
2. El mismo y eterno Dios, de la misma esencia del Padre, el cual tomó la naturaleza del hombre: Jn. 1:14; 3:31; He. 2:14.
3. En el vientre de la virgen, a fin de que dos naturalezas completas y perfectas es decir, la Deidad y la humanidad, se unieran en una sola persona para no dividirse nunca, llegando a ser Cristo; verdadero Dios y verdadero Hombre; el cual sufrió verdaderamente, fue crucificado, muerto y sepultado. I Co. 15:3-6.
4. Para reconciliar a su Padre con nosotros y para hacer un sacrificio no solamente por el pecado original, sino también por los pecados actuales del hombre. He. 3:12, 2:9; II Co. 5:18.
5. Cristo se levantó efectivamente de entre los muertos y volvió a tomar su cuerpo. Mt. 28:6,7; Hch. 1:3, Lc. 24:39-43.
6. Con todas las cosas pertenecientes a la perfección de la naturaleza humana. Ef. 4:11-13; I Jn. 3:2-3.
7. Con el cual ascendió al cielo. Hch. 1:9; Ef. 1:20; 4:8; I Ti. 3:16.
III: EL ESPIRITU SANTO
1. El Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo. Juan 15:26, Hch. 2:23, Jn. 16:7.
2. Es de la misma naturaleza, majestad y gloria del Padre y del Hijo, el mismo y eterno Dios. 1 Jn. 5:7, Hch. 5:3-4.
IV: LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Como Discípulos de Cristo, aceptamos la Biblia como nuestra única regla de fe y conducta.
1. Las Sagradas Escrituras contienen todo lo que es necesario para la salvación. Así que, todo lo que no se lea allí ni pueda ser probado por ellas, no debe exigirse que se crea como artículo de fe o como un requisito necesario para la salvación. Jn. 15:3, 20:31, 2ª Ti. 3:15-17.
2. Por Sagradas Escrituras entendemos los libros canónicos del antiguo y nuevo testamentos, aceptados y conocidos como La Biblia. Ef. 5:6.
V: LA IGLESIA
La Eclesia, o sea la iglesia, está compuesta de aquellos que han sido llamados y separados del mundo, y tienen una fe viviente en Cristo como su Salvador personal. 2ª Co. 6:17-18; Ro. 12:12; Stg. 4:4; 1 Jn. 5:19; He. 11:6; Ro. 10:10.
Su misión es:
La proclamación de todo el evangelio. Hch. 1:8.
La salvación de todo pecador. He. 7:25.
La sanidad Divina. Lc. 9:2, 10:9. Hch. 4:10; Stg. 5:14-16.
Y la venida premilenial de Jesucristo. Hch. 1:9-11; 1 Ts. 4:16-18; Ap.19:7, 20:5,6.
Su campo de acción es el mundo. Mr. 16:15.
VI: LAS ordenanzas
Las ordenanzas dadas por Cristo para que les demos el uso debido; y sólo cuando son recibidos dignamente, tienen efectos saludables sobre aquellos que así los reciben. 1 Co. 11:27-29.
1. El Bautismo.- Nuestra Iglesia reconoce el Bautismo como una. Simboliza que el creyente muere, es sepultado y es resucitado a una nueva vida con Cristo.
Afirma en forma pública que se ha entrado en una relación de pacto con Dios, con otros creyentes, y con toda la humanidad.
2. La cena del Señor.- Esta es una ordenanza por medio de la cual el cuerpo y la sangre de Cristo son entregados, tomados y comidos sólo de una manera espiritual y simbólica. Sus beneficios solamente alcanzan a los que con limpia conciencia participan con fe de los elementos materiales del pan y del jugo de la vid. Este ordenanza representa nuestra redención por medio de la sangre de Cristo, y nuestra nutrición espiritual por medio de su cuerpo. 1 Co. 11:23-29.